Ejercicios de amor a dos orillas. Balance teatral 2015
El teatro es un ejercicio de amor. Y esta lista es un agradecimiento por esos amorosos momentos. La lista de este año es un poco particular, porque es a dos bandas. Después de 10 años, este fue el momento de tejer puentes entre mi Buenos Aires natal y mi Madrid de (ad)opción. Pero las conexiones entre estas dos ciudades, ambas con un panorama escénico en plena ebullición creativa -aunque diferenciadas quizás por los hábitos de consumo cultural-, son muchas, y atraviesan también esta relación de creadores y montajes. He aquí los nombres que me han atravesado este año.
De aquí: Madrid
La piedra oscura, de Alberto Conejero. Palabras como un mar iluminadas por la mirada lúcida de Pablo Messiez… Camisas abrazando las sombras, y la certeza de que nadie puede desaparecer del todo. Un montaje que, más que de Lorca o de la guerra, como dijo @Porelprograma, va del breve y milagroso encuentro entre un padre sin hijos y un hijo sin padres. Conmovedores Daniel Grao y Nacho Sánchez (los ojos más expresivos de la escena actual).
Adentro, de Carolina Román. Bellísima y dura. El montaje escarba en cómo nos transforman los vínculos familiares, en cómo los que se fueron nunca se terminan de ir. Un trabajo de gran intensidad que germinó en un lejano Microteatro, con un equipo sólido y talentoso, dirigido por Tristán Ulloa y encabezado por la propia Carolina junto a Araceli Dvoskin (la tremenda abuela de La omisión de la familia Coleman de Tolcachir), la luz de Noelia Notto (una especie de joven Meryl Streep a la argentina) y el huracán Nelson Dante.
Los espectadores más apasionados de la red dan sus Aplausos Tuiteatreros 2013
“Los #tuiteatreros se ponen en pie para aplaudir a quienes nos han dado algunos felices momentos teatrales este año #AplausosTuiteatreros2013”.
Este mediodía, como ya hicieran en 2012, las cuentas de Twitter de los espectadores más apasionados de la red alborotaron el teatrerío digital mencionando “algunos de los momentos de belleza y felicidad que nos dejó este intenso año escénico”.
#aplausostuiteatreros2013 al @centrodramatico por asomarnos a #Unamiradaalmundo, con propuestas fascinantes, provocadoras y estimulantes.
— Pétalo de sal (@petalodesal) diciembre 27, 2013
#Aplausostuiteatreros2013 a @MarcCrehuet por poner el dedo en la llaga de lo que ocurre en nuestra sociedad con su incisiva #Elreytuerto.
— Teatroland (@Porelprograma) diciembre 27, 2013
20 escenas de amor y una canción esperanzada. Balance teatral 2012.
Por suerte Neruda escribió “20 poemas de amor y una canción desesperada” y no se quedó solo en diez, así me doy permiso para elegir algunas más de lo habitual entre mis escenas adoradas de este año teatral. Si, como dice el filósofo Alain Badiou en su maravilloso “Elogio del Amor” (título godardiano de la transcripción de su conferencia en el marco del Festival de Avignon), cuando describe su fascinación primera con el teatro: en escena “algo del lenguaje y del poema está, de forma casi inexplicable, unido al cuerpo”, el teatro puede ser por lo tanto “una imagen de lo que más tarde sería el amor para mí, el momento en que el cuerpo y la mente se vuelven inseparables”. Entonces, el teatro es amor, de forma originaria, el pensamiento encarnado. Y yo quiero compartir mis momentos amorosos de este año difícil -como todos los amores-, en el que, a pesar de todo, vi más teatro que nunca (aunque ni así vi todo el que quería ver).
Comparto estos momentos, fugaces pero nada efímeros, porque después de ver tantos espectáculos creo que al final es raro encontrar montajes redondos, perfectos (ah, la belleza de la imperfección), pero elijo quedarme con una actuación particular (incluso con un gesto), con una escena dramatúrgicamente bien construída, o con un instante de belleza y verdad escénica. Elijo quedarme con el amor (elijo quedarme). Esos momentitos de felicidad, os los deseo.
- Pablo (Oscar Velado) recitándole una poesía a la extasiada Nela (Marianela Pensado), mientras le acaricia la cara, en Los ojos de Pablo Messiez. Y cualquier escena de Fernanda Orazi en esta obra, porque aunque a ella esta vez le tocó el desamor, nunca el dolor amoroso fue tan bello como en la voz, el cuerpo y el llanto de La Orazi. Ya sabéis, si pudiera salvar solo un montaje teatral, sería este.
- La fiesta de Nagore, la adolescente sabia y huraña que ama los libros, a la que su madre le celebra el cumpleaños más tenso invitándole al amiguito imprevisto, en ese genial caleidoscopio escénico imaginado por Alfredo Sanzol llamado En la luna.
Ahora/Antes: Esperando «Los ojos», melodrama telúrico
El próximo 16 de noviembre se estrena en la Sala Dos del Teatro Fernán Gómez, Los ojos (melodrama telúrico) de Pablo Messiez. Su autor y director la presenta como «una obra sobre la vista, la tierra y el amor, o la falta de cualquiera de las tres cosas«. Como no puedo aguantar hasta entonces y ardo en deseos de que los que aún no lo han hecho descubran a este maravilloso creador, dejo aquí algo que escribí cuando vi su anterior espectáculo, Ahora (Cosas que hacemos para no estar solos), que en el principio y allá lejos fue también Antes.
Es cierto, este teatrorama está plagado de referencias personales. Nunca pretendí hacer crítica (eso se lo dejo a otros que saben más) sino simplemente acercar mi mirada sobre la escena actual, y, si puedo, compartirla, y si quieren, contrastarla con la vuestra… Ahora, que estoy en Madrid y espero ansiosa mirar Los ojos, esto es lo que veo del teatro que veo…